Soft skills: la liga de los intérpretes extraordinarios

Foto: Branko Stancevic en Unsplash
29 de mayo de 2025
Cuando pensamos en un intérprete profesional, lo primero que suele venir a la cabeza es su dominio de los idiomas, su técnica y su capacidad para traducir de forma simultánea discursos complejos, entre otros aspectos. Por supuesto, todo eso es fundamental; no obstante, hoy quiero hablar de lo que no siempre se ve, pero se nota. De esas habilidades «blandas» —las ahora omnipresentes soft skills— que marcan la diferencia entre alguien que se dedica a la interpretación sin más y alguien digno de llamarse «extraordinario».
Con los años, he aprendido que los aspectos técnicos se pueden trabajar. Sin embargo, hay cualidades que no vienen en los manuales de interpretación y son decisivas en los momentos clave; es decir, cuando el micrófono se enciende, el público escucha y el mensaje tiene que fluir sin tropiezos.
Aquí encontrarás algunas de las que considero más importantes en mi día a día:
1. Escucha activa
Parece obvio, pero no lo es. Escuchar no es solo oír las palabras, sino atender al sentido, al tono, a lo que se dice y, por descontado, a lo que no. Es anticipar, contextualizar y comprender a fondo. En interpretación, la escucha activa es el primer paso para mantener la precisión y fidelidad al mensaje.
2. Adaptabilidad
Cada evento es un mundo. A veces el audio no es perfecto (sobre todo en las interpretaciones simultáneas remotas), el ritmo cambia, el ponente se sale del guion o el contexto se vuelve más emocional de lo esperado. En esos momentos, la capacidad de adaptarse —con rapidez y sin perder la concentración— es fundamental.
3. Empatía
Interpretar no es repetir palabras en otro idioma; es ponerse en la piel del emisor del mensaje. Entender la intención del orador y transmitirla con respeto, sea cual sea el tema: desde una charla técnica hasta una presentación de alto impacto emocional. La empatía de los intérpretes es lo que permite conservar el alma del discurso.
4. Gestión del estrés
Ya lo hemos dicho muchas veces: la interpretación puede ser muy estresante. Implica presión, exposición y mucha responsabilidad. Con todo, los intérpretes extraordinarios saben mantener la calma, gestionar los nervios y modular su energía, incluso en momentos de máxima exigencia.
5. Comunicación no verbal
Aunque trabajemos con la voz, el cuerpo también comunica, desde la postura en cabina hasta cómo sostenemos la mirada o usamos las pausas. Ser consciente de esto ayuda a proyectar confianza, tanto al cliente como al equipo técnico.
6. Trabajo en equipo
En muchos eventos compartimos cabina con otros intérpretes, a la vez que nos coordinamos con técnicos, organización y producción. Saber trabajar en equipo, ceder el turno con elegancia, ayudar cuando toca y ser fiable cuando te necesitan lo cambia todo.
En alltime, tenemos claro que quienes nos dedicamos a la interpretación debemos comenzar por prepararnos, documentarnos y dominar las técnicas de la profesión. Con todo, también creemos que las soft skills marcan la verdadera diferencia; son lo que convierte al profesional en alguien extraordinario. Porque interpretar no es solo cuestión de idiomas: es, sobre todo, cuestión de personas.