Foto: Linda Pebreza (Pexels)
24 de enero de 2025
En alltime siempre hemos creído que la interpretación va mucho más de traducir palabras de un idioma a otro; se trata de que la comunicación fluya sin barreras y de adaptar cada mensaje a su contexto. Esto cobra especial relevancia en sectores como el de la belleza, donde la experiencia de los clientes suele apelar a varios sentidos a la vez.
Recuerdo la primera vez que trabajé en un evento de belleza; me impresionó cómo cada detalle estaba cuidado al máximo: las luces, la música, la paleta de colores… En eventos de este tipo, a los que asisten periodistas, influencers y profesionales del sector de todo el mundo, no basta con que los asistentes entiendan el mensaje; es necesario que lo vivan, que conecten emocionalmente con lo que la marca quiere transmitir. Ahí es donde entra la interpretación.
En estos casos, mis compañeros y yo trabajamos codo a codo con los organizadores para garantizar que cada presentación, demostración o taller se desarrolle sin contratiempos. Por ejemplo, en un encargo reciente, la interpretación simultánea fue fundamental para que los asistentes de diferentes países pudieran aprender técnicas avanzadas de estética directamente de los expertos.
También resulta fascinante ver cómo las marcas utilizan la interpretación para fortalecer su identidad global. Cuando en un lanzamiento de producto se cuenta con interpretación a varios idiomas, esto no solo permite que el mensaje llegue a más personas, sino que también demuestra el compromiso de la marca con sus clientes internacionales, ya que los hace sentir valorados y escuchados.
Como intérprete, para mí es un orgullo contribuir a que eventos como estos salgan adelante sin contratiempos. La interpretación también sirve para reforzar el impacto de cada palabra y gesto, asegurando que el mensaje original se conserve y que la experiencia del cliente sea memorable.
El mundo de la belleza es un terreno donde la creatividad, la innovación y la atención al detalle son imprescindibles; nuestro papel es garantizar que esa excelencia se comunique con la misma pasión en cualquier idioma. Al fin y al cabo, no se trata solo de entender; se trata de sentir, de conectar y de crear experiencias que se traduzcan en bienestar.
