Interpretación en bodas: cuando el amor no entiende de idiomas

Foto de Jeremy Wong Weddings (Unsplash)

14 de febrero de 2025

Nuestro trabajo suele asociarse con congresos, negociaciones o eventos corporativos; sin embargo, hay ocasiones en que son las emociones las que acaban convirtiéndose en protagonistas. Pocas situaciones tienen una carga emotiva tan grande como una boda, y hay casos en los que contar con una persona intérprete se vuelve imprescindible.

Recuerdo una ceremonia en la que el novio era británico y la novia, española. La familia de él no hablaba nada de español, mientras que la de ella no entendía el inglés. Desde el primer momento, quedó claro que yo no estaba allí solo para traducir discursos, sino para hacer que todos pudieran vivir ese día con la misma intensidad. Me encargué de interpretar los votos, los discursos de los padres y hasta los chistes del padrino (algunos fueron todo un reto, debo decir). Cuando la abuela del novio vino personalmente a decirme que gracias a mí había podido entender las palabras de la novia y lo que transmitían sobre su amor por su nieto, me di cuenta de lo importante que había sido mi labor aquel día. Lo principal fue que todos pudieran sentir que formaban parte de ese momento especial.

En otra ocasión, trabajé en una ceremonia en la que los novios decidieron que sus votos serían sorpresa para el otro miembro de la pareja. El problema es que el novio, británico, tratando de darle una sorpresa extra a su chica, se había aprendido su discurso en español de memoria… y con los nervios se quedó completamente en blanco. Por suerte, yo había pedido una copia a cada uno «por si las moscas»; cuando él me miró con miedo, le susurré la primera frase en inglés para que pudiera retomarlo. La novia no pudo evitar reírse y el ambiente se distendió en un instante. Y es que este trabajo, por más preparación que llevemos de antemano, a veces toca improvisar.

Las bodas, las renovaciones de votos, las celebraciones de las bodas de plata o de oro y otros eventos románticos son un terreno especial para la interpretación. No se trata solo de trasladar palabras, sino de transmitir el tono, la emoción y hasta las pausas. «Te quiero» puede traducirse a muchos idiomas, pero el auténtico reto es que suene sincero con independencia de la lengua en la que se expresa.

Ser intérprete en momentos así es un privilegio, pues no solo facilitamos la comunicación, sino que ayudamos a que las emociones traspasen fronteras. Por eso, cuando alguien se dirige a mí para decirme que sin mi ayuda no habría podido seguir la ceremonia, me voy con la satisfacción y la alegría de haber dado lo mejor de mí.

info@alltime.es

💻 www.alltime.es

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *