Belleza que se entiende: interpretación en el ámbito de la cosmética y la estética

Foto: Shiny Diamond en Pexels

26 de junio de 2025

Más allá de la superficie: la belleza como discurso cultural

Cuando pensamos en la interpretación de conferencias, rara vez nos viene a la cabeza un evento de belleza. Sin embargo, quien haya asistido a una feria de cosmética, una presentación de producto o una sesión de formación para esteticistas internacionales sabe bien que allí también se necesita alguien que traslade el mensaje al público en su idioma.

A lo largo de mi carrera, he tenido la oportunidad de interpretar en contextos muy diversos. El sector de la belleza ha sido uno de los más sorprendentes, pero no por su complejidad técnica —aunque la tiene—, sino porque a menudo se subestima. Se asocia con la frivolidad, con lo superficial y con lo meramente visual. Sin embargo, basta con rascar un poco para ver que, en realidad, estamos ante una industria globalizada, innovadora, con un discurso propio cargado de matices, tendencias y códigos culturales.

Vocabulario técnico y marketing: una combinación con truco

Interpretar en este ámbito requiere estar al día no solo de ingredientes activos y fórmulas cosméticas, sino también del lenguaje del marketing, del tono aspiracional y de las metáforas que definen una marca. Hay que saber cuándo una crema promete luminosidad y cuándo brillo, o cuándo traducimos antiaging como antiedad o antienvejecimiento. No es lo mismo y, desde luego, no da igual.

El intérprete como embajador de marca

En estos eventos hay un componente visual y performativo que el intérprete debe saber acompañar sin entorpecer. A veces se trata de traducir una charla técnica sobre retinoles, pero otras, de interpretar en tiempo real un taller de maquillaje en el que el lenguaje corporal y el tono lo son todo. Ahí la precisión léxica no es suficiente: hace falta una sensibilidad estética y una sintonía con la identidad de la marca que solo se logra con preparación previa y afinación constante.

Errores frecuentes cuando se subestima este sector

Por supuesto, también hay retos prácticos: ponentes que cambian de idioma o registro sin avisar, presentaciones con música de fondo, salas mal insonorizadas o espacios con condiciones técnicas limitadas. En esos contextos, la experiencia y la capacidad de adaptación son fundamentales para que la interpretación fluya y no distraiga.

Me gusta decir que, en estos casos, el intérprete no solo traduce palabras: interpreta una experiencia. Y eso exige respeto por el producto, por el público y por el mensaje. Porque la belleza —como la comunicación— también es una cuestión de armonía. Así pues, la próxima vez que veas una presentación de cosmética o estética con público internacional, recuerda que detrás del escenario puede haber alguien haciendo malabares con términos y expresiones como ácido hialurónico, glow, niacinamida o línea de agua. Y que esa persona no solo tiene que saber idiomas: tiene que hablar la lengua de la belleza. Literal y metafóricamente.

info@alltime.es

💻 www.alltime.es

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *